Por sus características físicas de abundancia agua y relieve ondulado desde los periodos más antiguos de la historia del hombre estas tierras han estado pobladas. Sus orígenes datan, según hallazgos arqueológicos en muy diversos puntos de su territorio, desde el paleolítico hasta la actualidad, pasando por pueblos como el íbero, romano, visigodo y musulmán.
Especial mención merece el periodo de la Edad del Bronce (Bronce Pleno 1600 a 1100 a.C.) en el cual se generaliza la metalurgia y aparece un número de poblados desconocidos hasta entonces. A este tipo de poblados se les denomina Morras o Catellones cuando están en altura y Motilla cuando se encuentran situados en las vegas de los ríos o depresiones pantanosas.
Ossa de Montiel fue fundada por los romanos, con el nombre de "Caput Fluminis Anae", aunque debido al descubrimiento de restos arqueológicos en estas tierra, se cree que otras civilizaciones como los musulmanes, visigodos y berberiscos, han pasado por ellas. Los visigodos dejaron huellas de su paso en la antigua ermita de San Pedro, más tarde los berberiscos de la tribu “Masmuda” se apoderaron de estas tierras .
Los conflictos con las localidades colindantes acerca de los límites del término fueron frecuentes a los largo de la Edad Moderna. Una de las mayores preocupaciones de los concejos era la defensa de su territorio frente a las pretensiones de sus vecinos. Ossa de Montiel ha estado poblada desde los más remotos tiempos. En la zona se han hallado restos de las primeras industrias líticas del Paleolítico Inferior- Achelense y del Musteriense, así como una significativa presencia Eneolítica, que resulta especialmente interesante para el prehistoriador.
En el S.XII se levantó el histórico "Castillo de Rochafrida". Esté fue tomado primero por Alfonso VII y después por los almohades hasta su nueva reconquista por los cristianos. Años después el castillo pasó a manos de la Orden de Santiago quedando en absoluto abandono en tiempos de Isabel y Fernando.
Ya en época medieval y tras la conquista cristiana, el rey Enrique I donó la heredad de la Ossa a don Suero Téllez de Meneses. Tanto Fernando III como Alfonso X constatan la escasa población de la zona. A mediados del siglo XIII, la villa se convierte en
encomienda de la Orden de Santiago
El miedo a las incursiones musulmanas y la existencia de bandolerismo mantienen una escasísima densidad de población que se prolonga hasta bien entrada la Edad Moderna.
Con ocasión de las Guerras de las Comunidades, Carlos I envió una compañía de tropas suizas brutal e indisciplinada que arrasó y atropelló Ossa de Montiel. Buscando refugio, sus habitantes huyeron a los montes cercanos; a su regreso sólo encontraron ruinas. Nuevos episodios bélicos marcaron la vida de esta villa durante la Guerra de la Independencia.
Esta villa perteneció a la Orden de Santiago hasta el S.XIX, bajo dependencia de la encomienda mayor de Montiel.
Ossa de Montiel fue elevado al rango de villar junto a otros pueblos del Campo de Montiel y confirmada su “Carta Puebla” por el infante Don Enrique (hijo del rey Fernando de Aragón) en 1410. Dentro de un domicilio particular se conserva el Rollo o picota de justicia, símbolo de jurisdicción. Actualmente se encuentra una replica del Rollo en el Jardín de “Nuestra Historia”.
Según un historiador en el año 1519, con la ocasión de las guerras de las Comunidades, que tanto conmovieron a Castilla, entre las tropas que el gobierno del Emperador Carlos I destinó a La Mancha había una compañía de suizos, tan brutal e indisciplinada, que sólo vivían del robo y el saqueo. Muchos pueblos fueron víctimas de sus atropellos, de entre ellos Ossa de Montiel, del que no dejaron sino ruinas.
En 1520, por una grave inundación desaparece Santa María del Guadiana, antigua villae o mansión romana dedicada a la explotación agrícola y ganadera.
En 1545 se produce el desbordamiento de las lagunas, poniendo en grave peligro a la aldea de Ruidera, desbordamiento que da origen al conocido “Hundimiento”, desviando el cauce y formándose una vistosa cascada.
A lo largo del siglo XVI se registró una gran sequía que duró cuarenta años.
Con la llegada de los Borbones se inicia una etapa de prosperidad. Se promocionan los gremios y se empiezan a roturar tierras para explotaciones agrícolas, mientras que la ganadería, que era un rendimiento para el desarrollo de la agricultura, comienza a ser una actividad complementaria.
El poblamiento es más intenso donde había cursos de agua. Las primeras industrias, los molinos y los batanes se sirvieron de estas abundantes aguas como fuerza motriz.
La industria textil encontraba materias primas, lana abundante y barata, lino y cáñamo en estos pueblos. Se contaba con un importante número de telares, y la elaboración de quesos generaba con la salida de mercados un comercio regional.
Ossa de Montiel es un municipio de Albacete situado en el propio corazón de La Mancha, dentro del histórico Campo de Montiel y en plena ruta del Quijote, donde discurren las andanzas del más conocido Hidalgo; Don Quijote de La Mancha.
Situada al oeste de la provincia de Albacete, a 901 metros de altitud; de 24.000 hectáreas de término irregular relieve y más de 15.000 hectáreas ocupadas por sabinas, encinas, romeros y enebros atrae a multitud de cazadores debido a la abundancia de perdiz roja, conejos y liebres.
El cereal, la vid, la abundante caza menor y su infraestructura turística son sus principales recursos económicos.
A su término, en el importante espacio natural “Lagunas de Ruidera” pertenecen, siguiendo las vertientes del agua, las lagunas conocidas por los nombres: Conceja, Tomilla, Tinaja, San Pedro, Taza, Redondilla, Lengua, Salvadora, Santos Morcillo, Batana y gran parte de la Colgada.